Si bien hay tantas dietas diferentes que promueven la pérdida de peso para las mujeres menopáusicas, hay una por la que un médico jura. Y no solo porque la ayuda a mantener su peso bajo management, sino que también ayudó a aliviar otros síntomas.
La Dra. Mary Claire Haver, médica obstetra y ginecóloga, cree que su dieta, la dieta Galveston, puede ayudar a las personas con menopausia a perder peso.
Según el sitio net oficial, es un «programa basado en evidencia que realmente funciona».
Es un enfoque antiinflamatorio para la nutrición y el ayuno intermitente, y el Dr. Haver afirma que las mujeres no solo pierden peso y ganan masa muscular con la dieta de Galveston, sino que también duermen mejor, tienen menos sofocos y evitan la confusión psychological.
Antes de la dieta, el médico se encontró incapaz de cambiar los kilos obstinados alrededor de su cintura.
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El programa se enfoca en tres áreas principales para ayudar a equilibrar las hormonas de las mujeres a fin de contribuir a la pérdida de peso durante la menopausia.
Ayuno intermitente
Las personas que siguen la dieta deben comer dentro de un período de tiempo de ocho horas por día y luego ayunar durante las 16 horas restantes.
nutrición antiinflamatoria
La dieta de Galveston alienta a las personas a comer alimentos con ingredientes que no provoquen más inflamación en sus cuerpos.
Se basa en alimentos cargados de antioxidantes naturales y capacidades antiinflamatorias, que pueden apoyar el intestino y ayudar al cuerpo a trabajar «más eficazmente».
Reenfoque de flamable
La menopausia puede causar antojos de alimentos con alto contenido de azúcar, pero la dieta tiene como objetivo cambiar el deseo de las personas de alimentos poco saludables a fuentes de carbohidratos ricos en nutrientes en lugar de azúcar y carbohidratos procesados.
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Alimentos que la gente debe evitar:
Alimentos procesados o con carbohidratos refinados, como pizza, papas fritas y pasta blanca
Harinas y granos refinados
Alimentos con alto contenido de azúcar agregada, como galletas, pasteles, dulces y postres
Bebidas azucaradas y refrescos
Azúcar o edulcorantes artificiales agregados a las bebidas calientes
Aceites que pueden considerarse inflamatorios, como el de canola y el vegetal.
Alimentos con saborizantes, colorantes, conservantes artificiales y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa
Carnes procesadas con nitratos, como salchichas, hamburguesas y salami
Comida frita
Alcohol